El Reiki es un sistema de armonización natural (técnica Japonesa) que utiliza las manos como herramienta de movimiento de la “Energía Universal” la transmiten al cuerpo de la persona generando una sensación de bienestar y paz.

Reiki es una palabra sánscrita que significa REI, energía universal y KI, energía vital. Es una técnica de canalización y transmisión de energía vital a través de la imposición de manos, sobre los 7 Chakras principales, que se utiliza para obtener paz y equilibrio en todos los niveles: 

Físico: mejoría en dolencias, lesiones, metabolismo, etc. 

Emocional: problemas sentimentales, agresividad, infelicidad, etc. 

Mental: hábitos dañinos, estrés, insomnio, etc. Espiritual: armonía, paz, equilibrio, etc. 

Reiki actúa en profundidad yendo a la raíz del problema físico o emocional, permitiendo que la emoción o el patrón de conducta que ha creado el desequilibrio, se manifieste y sea sanado. 

También nos ayuda al crecimiento personal y a la expansión de nuestra conciencia. La terapia Reiki pueden recibirla todos los seres humanos (adultos sanos, enfermos, embarazadas, niños y bebés), incluso también los animales y las plantas. Es una terapia complementaria a la medicina convencional y terapias psicológicas reconocida por la Organización mundial de la salud (OMS).

El método Reiki se basa en la creencia hinduista sobre los Chakras, que explicarían los estados de salud de los seres humanos. Según esta creencia, el mal funcionamiento o bloqueo de uno o varios Chakras sería el que provoca o agrava el mal estado de salud dando lugar a enfermedades y trastornos. El reikista actúa como canalizador de la energía universal y su objetivo es re armonizar los planos físico, emocional, mental y espiritual que han enfermado. Ha sido oficialmente reconocido y recomendado* por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por sus resultados positivos, por ejemplo es altamente recomendable una sesión de Reiki antes y/o después de una operación. 

Reiki actúa en profundidad yendo a la raíz del problema físico o emocional, permitiendo que la emoción o el patrón de conducta que ha creado el desequilibrio, se manifieste y sea sanado.